En una nueva entrega de #PASAENMICONSORCIO de la mano de @pablofourcade, nos encontramos que en muchos lugares de nuestra querida y hermosa Argentina, los propietarios de unidades funcionales deciden crear una ambiente más en sus balcones, por falta de espacio para ciertas actividades.
Sólo les muestro algún ejemplo, pero pude ver desde estudios de yoga, gimnasios, jardines, habitaciones extras, bibliotecas y todo ésto sobre el balcón, generando un peso extra en la estructura que pone en peligro, no sólo a los que viven en ese lugar, sino a quienes pasan por la calle.
Los balcones son considerados espacios comunes de uso exclusivo de sus propietarios, pero al formar parte de una fachada, la normativa local (al menos en Ciudad Autónoma de Buenos Aires) establece que deben tener una armonía y no se puede alterar su destino (que sería lo que ocurre en éste caso). Ésto no significa que no pueda ponerse una mesita y dos sillas para disfrutar del aire o una lectura, pero los extremos son malos y peligrosos.
Hay que tener en cuenta que el mantenimiento ahora corre a cuenta del propietario y, si realizó cambios que pueden generar daños a vecinos u otras personas, serán abonados por quienes alteraron su destino y no por la comunidad consorcial.
¿En tu Edificio hay cerramientos en los balcones? ¿Sabías que en CABA está prohibido?
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